Para 2017, cerca de 3.900 millones de personas estarán conectadas a internet. El tráfico en la nube y los centros de datos aumentarán en un 440% y el consumo de video estará un 720% por encima del actual. Este panorama nos deja ver que en un futuro cercano se seguirá aumentando el uso de energía, pues de acuerdo a cifras reveladas por Gartner, internet es responsable de emitir más de 300 millones de toneladas de CO2 cada año.
Frente a esta realidad, cada vez más empresas de tecnología se han puesto en la tarea de crear nuevas soluciones que consuman energía de manera inteligente y sean amables con el planeta. Estas compañías día a día lanzan al mercado productos que responden a los más desafiantes desafíos del cambio climático, buscando ayudar a minimizar el impacto de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC).
Por esta razón, desarrollar tecnologías eco-sostenibles y crear servicios y soluciones que contribuyen a tener redes ecológicamente responsables son algunas de las iniciativas que están llevando a cabo los principales jugadores del mundo tecnológico, esto con el fin de contribuir a una reducción importante en la huella de carbono, que al día de hoy parece ser la amenaza más grande para el ambiente.
Ahora bien, las organizaciones que empiezan a implementar soluciones verdes no solo están contribuyendo a disminuir el impacto del cambio climático. En realidad, el uso de tecnologías amigables con el planeta ayuda a generar negocios más sustentables, reduce costos de operación, proyecta una mejor imagen de las empresas y genera una mayor economía en los costos. Todos estos beneficios impactan en los negocios.
Un camino por recorrer
Las empresas tienen a su disposición un escenario propicio para actuar, pues el uso adecuado de las tecnologías puede contribuir a disminuir las emisiones en un 15% de aquí al 2020. Es posible lograr una reducción importante en la huella de carbono mediante la optimización del transporte, un uso más eficiente de la electricidad e incluso de los hábitos de consumo y entretenimiento. Por ello, el sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones es uno de los que más puede contribuir a disminuir el impacto medioambiental.
En el caso puntual de Alcatel-Lucent, venimos trabajando en la búsqueda de respuestas a los perjudiciales desafíos del cambio climático de hoy, a través de asociaciones de investigación en colaboración y foros abiertos como GreenTouch y nuestra propia investigación de Laboratorios Bell en materia de energía de red.
También tenemos aplicaciones como G.W.A.T.T. creada para ayudar a los operadores, proveedores de servicios y las partes interesadas de la industria a entender el consumo de energía y los costos asociados en redes de comunicaciones actuales y futuras. Como particularidad, esta tecnología se convierte en una herramienta de toma de decisiones que permite identificar rápidamente los “puntos conflictivos” de la energía y evaluar opciones que ofrezcan más servicios y rendimiento.
En definitiva, son grandes los esfuerzos que vienen haciendo las empresas más importantes del sector de tecnologías empresariales para ayudar a disminuir el impacto climático. De los clientes también dependerá tomar la decisión final entre adquirir soluciones verdes que aporten un ‘granito de arena’ para proteger el medio ambiente y ayudar a reducir la huella de carbono o por el contrario, de preferir soluciones poco sostenibles.
Aunque se han obtenido logros significativos, en la medida en que se unan más voluntades y se sigan sumando esfuerzos para proporcionar soluciones que ayuden a reducir los riesgos climáticos, no solo ganarán las empresas, los gobiernos, sino también los ciudadanos contarán con redes y tecnologías cada vez más responsables que impacten en el medio ambiente. De esta manera internet será un motor para el desarrollo del país y no una máquina de CO2.
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